¿Alguien se imagina poder visitar la Riviera Maya en la península del Yucatán, en absoluta soledad, huyendo de la multitud sigilosos como reptiles..
...visitando las ruinas de Tulum sintiéndote como si hubieras sido tú su primer descubridor...
...en contacto directo con los seres humanos que hace siglos contemplaron maravillados lo mismo que tú estás contemplando en ese momento...
..sintiendo el envite de los huracanes año tras año, decenio tras decenio, siglo tras siglo...
...palpando en Punta Allen como pocas veces la fuerza y el poder de la naturaleza a la vez que la fragilidad del ser humano...
...despidiendo al dios Sol entre las ruinas de Muyil al atardecer en absoluta soledad...
...descubriendo desde las alturas otros secretos que esconde la selva...
...visitando los cenotes como eran en la realidad antes de que el turismo los domesticara...
...disfrutando de la Playa de Xcacelito como si fuerais los únicos habitantes del Planeta...
...explorando las ruinas de Cobá a vuestro aire, sin prisas, con el sonido de los pájaros como único acompañante...
...disfrutando de una fría Coronita en la playa de Tulúm mientras las olas del Caribe sólo resuenan en nuestros oidos...
..antes de ser absorbidos de nuevo por la tormenta de nuestra rutina diaria...
...pero sin dejar nunca de soñar con alzar el vuelo para escaparnos de nuevo a este Paraiso?
Si pensáis que esto no es posible, sólo tenéis que olvidaros del "todo incluido" y alquilar un coche en Playa del Carmen nada más bajaros del avión, y llevar desde casa algo más de información que la que proporcionan los hoteles y agencias de viajes.
Fijaos en el pelícano y tomad ejemplo de él: nadie le dice hacia dónde tiene que ir.
Tenemos que aprender a volar libres.
Envidia de viaje :)
ResponderEliminar